"El sistema democrático -entre comillas- tiene una bomba, y la bomba es el voto en blanco. Un cambio democrático puede nacer del uso conciente, muy conciente, del voto en blanco. Eso sería darle un susto, un susto tremendo al sistema electoral. A mí me gustaría que la ciudadanía le diera un susto muy fuerte a la clase política con el voto en blanco. Así se tenga el 80 por ciento de abstención, el sistema seguirá funcionando, pero qué ocurriría, ¿qué haría un gobierno si se encuentra con un 80 por ciento de votos en blanco?"
José Saramago

viernes, 9 de abril de 2010

Nuestra Campaña Electoral


VOTEMOS EN BLANCO

PRESIDENTE

Luego de las pasadas elecciones legislativas podemos ver con claridad el nuevo panorama político de marcada tendencia conservadora que fortalece a los partidos de derecha, y deja ver la debilidad de la izquierda que no logra deslindarse del bloque ideológico dominante y ocupar la posición que le correspondería en la disputa política por una sociedad mas justa y democrática.

El escenario político es desalentador. De un lado la derecha se posiciona con un congreso mayoritariamente Uribista que garantiza la continuidad de la política de seguridad democrática, la confianza inversionista para la explotación de los recursos naturales y una cohesión social al rededor del Uribismo. Por otro lado, está la creciente ola de la llamada socialdemocracia de centro que quiere capitalizar un caudal electoral aprovechando el discurso crítico respecto de las viejas formas de hacer política, y se muestra como una opción política culta, democrática, capaz de dar un nuevo aire a la polarizada y polarizante política nacional, pero que de fondo no presenta un proyecto político distinto al neoliberalismo económico y el autoritarismo político. Finalmente la “izquierda” que no logra crecer en términos reales, por el contrario pierde curules y no logra sostener el proyecto de unidad en una campaña deslucida, personalista, sin proyecto político claro. Además no cuenta con un candidato que represente claramente a la izquierda, pues sus posturas frente a temas centrales y sensibles para el país, se muestra de acuerdo con la política dominante en cuanto a la continuidad de la seguridad democrática y la negativa a los acuerdos humanitarios.

Los Colombianos asistiremos a las elecciones presidenciales sin muchas garantías, con candidatos seleccionados por el gobierno y con una maquinaria construida con la burocracia gubernamental, muchos de ellos respaldados por el narcoparamilitarismo y todos, o casi todos rodeados de corrupción y sin propuestas políticas alternativas; y todos sin vocación de paz. Ante este panorama hemos venido reflexionando sobre las posibilidades reales de cambio, y una vez más nos encontramos ante una difícil situación que nos obliga a pensar en formas diferentes de participar en la política electoral; intentando guardar coherencia ética y política como instancia crítica que son y deben ser los movimientos y las organizaciones sociales populares. Las reflexiones nos han llevado a observar la posibilidad de promover el voto en blanco como manifestación del inconformismo que se tiene hacia los candidatos presidenciales de los próximos comicios para canalizar el descontento y la desconfianza de sectores populares que buscamos caminos de paz para conquistar una verdadera sociedad democrática.

Ante esta situación, queremos invitar a que Voten en Blanco como una forma de decir a los Colombianso y a los candidatos que queremos una política verdaderamente distinta. Una política que se deslinde del Modelo de estado neoliberal.

Una política que promueva la solución política al conflicto social y armado.

Una política en defensa de la soberanía territorial

Una política de seguridad social centrada en la vida digna

Una política por la democracia real


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