"El sistema democrático -entre comillas- tiene una bomba, y la bomba es el voto en blanco. Un cambio democrático puede nacer del uso conciente, muy conciente, del voto en blanco. Eso sería darle un susto, un susto tremendo al sistema electoral. A mí me gustaría que la ciudadanía le diera un susto muy fuerte a la clase política con el voto en blanco. Así se tenga el 80 por ciento de abstención, el sistema seguirá funcionando, pero qué ocurriría, ¿qué haría un gobierno si se encuentra con un 80 por ciento de votos en blanco?"
José Saramago

jueves, 15 de abril de 2010

POR UN PROYECTO ALTERNATIVO DE PAIS, VOTEMOS EN BLANCO PARA ELECCIONES PRESIDENCIALES, PROMOVAMOS LA MARCHA PATRIOTICA Y TRABAJEMOS EN LA CONCRECION D

200 AÑOS DE LUCHAS POPULARES POR UN PAIS INDEPENDIENTE, UNA NACION SOBERANA Y UNA REVOLUCION POPULAR

MODEP

El pueblo colombiano con una riqueza en su historia de resistencia y una diversidad en su composición: obrero, campesino, indígena, afrodescendiente, estudiante, raizal…, durante 200 años ha buscado construir alternativas políticas al dominio colonial, semicolonial y neocolonial de diferentes potencias imperialistas, y a la opresión de las clases dominantes. El proyecto independentista de comienzos del siglo XIX, el socialismo artesanal de mediados de siglo XIX, la gesta socialista de la década de 1920, la propuesta gaitanista popular de la década de 1940 y el torrente revolucionario que se inició en la década de 1960, han sido los principales intentos de conformar Proyectos Nacionales Demócraticos y Patrióticos, que han legado valiosas lecciones.

En los últimos 30 años se impuso a sangre y fuego un régimen neoliberal, narcotraficante en proceso de fascitización y postrado ante las demandas de los Estados Unidos; proyecto que además de socavar la soberanía nacional ha buscado acabar con la capacidad de organización y resistencia del pueblo. La expresión más neoliberal y fascista de estos treinta años es sin duda el proyecto uribista, cuya dictadura de capital financiero, mafioso e imperialista ha orientado la base económica y social del país a favor de los megamonopolios imperialistas y de los intereses de la granburguesía y los terratenientes colombianos.

La esperanza de cambios profundos anhelados por las amplias mayorías ha buscado sus cauces por diferentes vías y estrategias que los sectores revolucionarios han desarrollado. Sin embargo el poder mafioso, paramilitar y granburgués ha impedido que estas propuestas logren el apoyo popular y nuevamente vivamos un ciclo de dispersión y desarticulación de las luchas. El último régimen ha consolidado un modelo fascista basado en la transformación de la política en “seguridad democrática”, que en nombre de la guerra antiterrorista y de la inversión capitalista estigmatiza los derechos humanos, los derechos laborales como amenazas terroristas, con lo cual justifica el genocidio, la organización de redes de espionaje, la persecución, el encarcelamiento de los dirigentes sociales y de los trabajadores, la amenaza de la utilización del "poder de las armas", el crecimiento del presupuesto militar y el favorecimiento de la continuidad de la política de conformación de grupos paramilitares.

Esto último se hace evidente con la transformación de nuestro país en una plataforma militar de los Estados Unidos, para dar mayor confianza inversionista a los monopolios que vienen por nuestros recursos y para, en nombre de la “guerra contra el terrorismo” conspirar contra los procesos de integración latinoamericana y de los gobiernos democráticos que buscan transformaciones al servicio de sus pueblos.

En estas condiciones proponemos al movimiento revolucionario y democrático, a los patriotas colombianos y al pueblo en general tres iniciativas de acción política que aporten la construcción del nuevo proyecto revolucionario que se ha empezado a conformar en los diversos escenarios de nuestro país: el VOTO EN BLANCO para las próximas elecciones, la MARCHA PATRIOTICA en la conmemoración y movilización por el Bicentenario en la perspectiva de los sectores populares y el CONGRESO DE LOS PUEBLOS como paso necesario en la construcción de un programa de unidad y de una perspectiva de transformación social.

¿Por qué VOTO EN BLANCO el 30 de mayo?

La actual coyuntura política preelectoral se caracteriza por que los 6 candidatos a los cuáles el régimen les ha dado cabida en los medios de comunicación y en la opinión favorable de la granburguesía (Juan Manuel Santos, Nohemí Sanín, Antanas Mockus, Germán Vargas Lleras, Rafael Pardo, Gustavo Petro), se muestran como continuadores o por lo menos complacientes con el modelo económico y político fascista y neoliberal, implementado en los últimos 30 años, eso si con matices y diferencias, pero y esto debe ser claro, sin proponerse una ruptura cabal y plantear una alternativa por fuera de la seguridad democrática, la confianza inversionista y la cohesión social (corporativa y fascista).

Juan Manuel Santos, representa los intereses del sector financiero, de los monopolios imperialistas minero energéticos y del monopolio militar: Grupo Social y Empresarial de la Defensa GSED (el quinto grupo monopólico colombiano). Con la vinculación de Angelino Garzón quiere ampliar la base social del fascismo enfatizando en su dimensión corporativa.

Nohemí Sanín agencia los intereses de los grandes terratenientes exportadores y tradicionales y de monopolios imperialistas europeos, por eso se esfuerza en mostrarse como la auténtica continuadora del uribismo.

Germán Vargas Lleras, de Cambio Radical, representa a sectores granburgueses y burócratas de las telecomunicaciones, difiere del modelo en asuntos de reparto burocrático, pero es fiel en la defensa del modelo y ahora coquetea con Santos.

Antanas Mockus, apoyado por sectores del sindicato antioqueño (producto de la alianza con Fajardo), expresa el lado tecnocrático que exigen las clases dominantes, promoviendo el neoliberalismo y llamando a frenar la corrupción a partir de seguridad democrática y más cohesión social corporativa.

Rafael Pardo del partido Liberal, apoyado por grupos monopólicos colombianos y europeos defiende los logros neoliberales de Uribe, su política de seguridad democrática y llama a afianzar la cohesión social, con políticas sociales que no cuestionan para nada el modelo neoliberal.

Gustavo Petro, del PDA, viene distanciándose de forma atropellada y acelerada frente a los planteamientos del Ideario de Unidad, así como el carácter de ser izquierda como alternativa necesaria, hoy se plantea como un candidato que no va a comprometer los objetivos políticos, militares y económicos del modelo impuesto, para mostrarse como un sujeto dócil a los intereses hegemónicos y así ganar la favorabilidad electoral de las elites.

Es decir estos candidatos se mueven, con matices, en el marco del proyecto uribista.

El MODEP, integrante del Polo Democrático Alternativo - PDA, le propone a los candidatos Jaime Araújo, Róbinson Devia y Jairo Calderón, cuyas propuestas, muchas de ellas valiosas, han sido silenciadas y vetadas por los medios informativos de la granburguesía, así como al conjunto de fuerzas integrantes del PDA, que rechacemos la legitimación que el régimen está haciendo con las próximas elecciones, construyendo una propuesta de movilización popular a partir de la campaña del VOTO PROTESTA.

Trabajar por una propuesta alternativa que devuelva a las grandes mayorías de este país el optimismo revolucionario y el coraje para que sea posible una Colombia democrática y soberana, incluye la campaña por el VOTO PROTESTA en las elecciones presidenciales del 30 de mayo (que se extenderá si hay segunda vuelta), para fortalecer la corriente de opinión inconforme que se expresa por medio del VOTO EN BLANCO.

Nos oponemos a la idea pragmática del denominado VOTO UTIL, que consiste en la práctica de votar por el menos malo, o el más “progresista” de los reaccionarios, o dar el voto a algún candidato que en las encuestas aparezca como ganador, para “no perder el voto”; otra expresión de esta visión burguesa del voto útil, es el supuesto castigo con el voto, hoy está operando con la idea de que se debe castigar a la izquierda polista, dando el voto a Mockus, que “ese si sabe” y es menos “malo, que el más malo, Santos”, el voto útil es un voto a favor de las clases dominantes, pues debilita la construcción de proyectos políticos históricos. Por esto hoy, tácticamente el voto protesta no puede ser el voto útil, sino el voto en blanco.

Además, a partir de la reforma electoral de 2009 el VOTO EN BLANCO viene ganando audiencia, como fue el caso de la circunscripción indígena a la Cámara, en donde el 14 de marzo triunfó el VOTO EN BLANCO que obliga a repetir las elecciones con otros candidatos.

Pero el VOTO EN BLANCO, solamente expresa una de las manifestaciones del inconformismo social, por eso debemos proponer escenarios políticos de movilización y alternativas de unidad popular y vocación de poder, los cuales encontramos en la propuesta de MARCHA PATRIOTICA y por su puesto el CONGRESO DE LOS PUEBLOS.

¿Por qué la Marcha patriótica y el Congreso de los Pueblos?

Diferentes organizaciones sociales y políticas nos hemos unido en la idea de una conmemoración popular y contrahegemónica del Bicentenario, una de las iniciativas es la realización, desde diferentes regiones del país de una movilización conmemorativa por la independencia y la soberanía: la MARCHA PATRIOTICA, como proceso de expresión de otra forma de recordar la gesta de la Independencia, ligada a la denuncia de la pérdida de soberanía e independencia ante las políticas entreguistas de los gobiernos de turno, principalmente del régimen uribista. Participamos en la marcha y apoyamos los pronunciamientos y tareas que de allí se deriven, fundamentalmente lo que convoque la MARCHA PATRIOTICA para el desarrollo del CONGRESO DE LOS PUEBLOS.

Nuestras razones para impulsar, defender y concretar estas iniciativas son las siguientes:

Porque se hace necesaria y urgente la reconstrucción de la unidad programática y estratégica de las organizaciones sociales, obreras, campesinas, indígenas, afrodescendientes, juveniles, de mujeres y de su alianza con las fuerzas políticas democráticas, revolucionarias y patrióticas, esto es lo que constituye el Movimiento Popular de Liberación.

Porque es prioritario declarar la oposición popular y democrática al modelo económico y político que busca perpetuarse con los continuadores del uribismo.

Porque es fundamental, a partir de la unidad programática de las diferentes expresiones del pueblo, conformar gérmenes políticos de Gobierno Democrático Popular.

La Marcha patriótica y el Congreso de los Pueblos son parte del necesario proceso de reconstrucción de un proyecto alternativo de país y la ruta de su construcción, ya que se proponen atraer a amplios sectores del pueblo a sus iniciativas y tiene en la organización y la movilización popular las herramientas fundamentales para lograr sus objetivos.

Para el Modep, la conmemoración del Bicentenario está enmarcada en todo este proceso por concretar un proyecto nacional revolucionario, en torno a un programa transformador, que una al pueblo y produzca un liderazgo y una fuerza política con la capacidad para conducir la lucha. Nuestra conmemoración bicentenaria insiste en la necesidad de recobrar el valor del patriotismo no chovinista, del patriotismo revolucionario, como parte de las tareas de educación política y la organización del pueblo en torno a un programa de lucha en donde deslindemos del proyecto fascista y construyamos otro camino hacia una Colombia libre, próspera y soberana.

La propuesta del MODEP para la Marcha Patriótica y el Congreso de los Pueblos: Soberanía, Independencia y Vida Digna.

Movilizarnos para evitar la destrucción ambiental, social y cultural que tendrá la entrega del territorio a los monopolios imperialista, del oro, el carbón, el petróleo, el gas, los minerales estratégicos. Y trabajar por una legislación sobre el uso no predatorio y antinacional de los recursos.

Proponer un nuevo sistema de seguridad social que ponga por encima el criterio de garantizar la vida digna del pueblo.

Impulsar un proceso de modernización y fortalecimiento de las empresas públicas.

Fortalecer la lucha en contra de los TLC con Estados Unidos y Europa y proponer un sistema de integración económica latinoamericana con base en el respeto a la soberanía de cada país.

Luchar por la expulsión de las bases militares estadounidenses y la abolición de los tratados militares internacionales contrarios a la conformación de un país garante de la paz mundial y la lucha contra el dominio colonial y neocolonial.

Demandar a la comunidad internacional de Derechos Humanos, la investigación y la exigencia de que el Estado proceda a realizar el desmantelamiento completo de los paramilitares, de sus promotores y encubridores, así como de las redes de espionaje y persecución contra el pueblo.

Impulsar una reforma agraria que establezca un sistema de soberanía y seguridad alimentaria, liquide el latifundio, garantice las zonas de reserva campesina, los territorios ancestrales de indígenas y afrodescendientes.

Impulsar la lucha por un Plan de reactivación productiva, que brinde respaldo a la economía campesina, a las empresas productivas del sector público, cooperativo, privado no monopolista.

Acabar con el sistema de prebendas y exenciones tributarias a los monopolios imperialistas.

Implementación de una política de tarifas especiales en transporte, educación y recreación para estudiantes, personas de la tercera edad y mujeres cabeza de familia.

Garantizar que el Presupuesto Nacional reduzca el pago de la deuda externa, el presupuesto militar y los gastos suntuarios de la burocracia estatal.

A 200 AÑOS DE LA LUCHA DE INDEPENDENCIA, LA MARCHA PATRIOTICA Y EL CONGRESO DE LOS PUEBLOS, SON UN PASO MAS EN LA UNIDAD DE TODAS LAS FUERZAS DEL PUEBLO PARA CONSTRUIR UNA COLOMBIA POSIBLE, LIBRE, SOBERANA, PROSPERA E INTEGRADA A LOS PROCESOS DEMOCRATICOS DE AMERICA LATINA.

ABRIL DE 2010



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